Biografía y audiocuento

13.10.2013 23:13

Nació en Cárdenas, a cien kilómetros de La Habana, en 1912 y murió en La Habana en 1979 de un infarto masivo. Hijo de un ingeniero agrimensor, se instaló muy joven en La Habana, donde estudió Filosofía y Letras sin terminarlas. Allí conoció, entre otros escritores y artistas a Lezama y a José Rodríguez Feo, editores de la revista Orígenes en la cual publicó sus primeros poemas y cuentos. Desaparecida Orígenes, siguió colaborando con Clarín, a cargo de Rodríguez Feo.

            Publicó poesía: Las furias (1941); La isla en peso (1943), Poesía y prosa (1944), La vida entera (1968). Como dramaturgo encuentra equilibrio en la transposición de lo cubano contemporáneo a la leyenda dramática griega: Electra Garrigó (1948). Aborda también, con ironía y sarcástica intención, lo específicamente social: Falsa alarma (1950), La boda (1958), Aire frío (1959), El no (1965). Su obra narrativa comprende principalmente las novelas La carne de René (1952), Pequeñas maniobras (1963) y Pasiones y diamantes (1968) y las colecciones de relatos Cuentos fríos (Losada, Buenos Aires, 1956) y Cuentos (La Habana, 1964).

            En 1946 viajó en barco a Buenos Aires, donde residió hasta 1956, con una breve interrupción en Cuba, trabajando ocasionalmente para el consulado cubano y traduciendo y corrigiendo pruebas. De vuelta en La Habana, apoyó a la Revolución Cubana, colaboró por tres años en Lunes de Revolución, publicación dirigida por Cabrera Infante, pero pronto se convirtió en una de las numerosas víctimas de las leyes homofóbicas que la Revolución había consagrado del pasado inmediato, del de Batista. Piñera fue condenado por el régimen a la pobreza y al ostracismo. Viajó en los años revolucionarios a Europa: pudo haberse quedado allí, como le recomendó Cabrera Infante, pero la nostalgia de su patria lo venció y regresó para morir en la pobreza, el desprecio y el olvido.

            Un hombre de una vida como la de Virgilio Piñera produjo una obra compleja y variada con la cual transitó por casi todos los caminos de la literatura, poesía, novela, teatro, cuento. Existen diversos elementos que caracterizan sus narraciones: la ironía, el humor, el absurdo, el antiheroísmo, la cotidianidad y el anti-intelectualismo. 

            En los relatos de Piñera pueden suceder cosas terribles, pero al final eso no posee la más mínima importancia, no tiene consecuencias. Asombrosamente un hecho terrible y miserable no se le hace aborrecible al lector. Aquí todo es extraño, pero aparentemente normal. Todo transcurre como si los hechos más asombrosos fueran parte de nuestra vida diaria.

            Como parte de esta literatura de lo cotidiano-asombroso y como buen iconoclasta que era, Piñera también se aleja de una literatura de corte intelectual, muy extendida y repetida, como la de Borges. Nada de citas eruditas y de cultas referencias a otras obras. En Piñera, la vida es como es: sencilla, corriente, sólo que vista a través de un espejo que la distorsiona, como en esas casas de los espejos en los cuales la figura humana, sin dejar de ser tal, se desfigura.

 

BIBLIOGRAFÍA

Piñera, Virgilio, Cuentos fríos, Lectorum, México, 2006

Rivas Iturralde, Vladimiro, “Virgilio Piñera, ¿desterrado del Caribe?”, Revista de la Universidad de México, 42 (2007), pp. 43-49